Los trabajadores que realizan labores con elevada carga física tienden a fatigarse y se ven en la necesidad de interrumpir esporádicamente el trabajo para descansar. Estas pausas permiten la desaparición de los síntomas de cambios funcionales reversibles. Por ejemplo, si el esfuerzo físico provoca un aumento de la frecuencia cardíaca, ésta vuelve al valor anterior al inicio del trabajo al cabo de una pausa suficiente para descansar. La eficacia de la pausa se reduce en proporción exponencial inversa a la duración de la misma. La mayor eficacia de una pausa breve ha permitido fijar el principio de que muchas interrupciones cortas son preferibles a unas pocas pausas muy prolongadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario