domingo, 12 de mayo de 2013

Control de los microorganismos en ambientes de interior (II)

En los sistemas CVAA (Nathanson 1993), debe evitarse la acumulación de agua estancada, por ejemplo, en las bandejas de drenaje o debajo de los serpentines de refrigeración. En los casos en los que los sistemas CVAA contienen mechas o tanques de agua calentados para la humidificación, es necesario limpiarlos y desinfectarlos de forma periódica para limitar el crecimiento microbiano. La humidificación por vapor seco probablemente reduce en gran medida el riesgo de crecimiento microbiano. Los filtros deben sustituirse periódicamente debido a que pueden acumular suciedad y humedad y, por tanto, proporcionar sitios de cultivo para el crecimiento microbiano. Los microorganismos también crecen en el aislamiento acústico poroso utilizado para revestir conductos, si éste se humedece. La solución es aplicar el aislamiento al exterior y no al interior; las superficies internas deben ser lisas y no deben proporcionar un medio ambiente que favorezca el crecimiento. Tales medidas de control generales controlarán el crecimiento de Legionella en sistemas CVAA, pero se han recomendado otras medidas, como la instalación de un filtro de aire particulado de alta eficacia (HEPA) en la entrada de aire (Feeley 1988). Además, los sistemas de agua deben asegurar que el agua se caliente de manera uniforme a 60 C, que no hay áreas en las que se estanque el agua y que ningún accesorio contiene materiales que favorezcan el crecimiento de Legionella.
En los casos en los que las medidas de control han sido insuficientes y se ha producido el crecimiento de moho, es necesario tomar medidas de corrección. Es fundamental eliminar y desechar todos los materiales orgánicos porosos, como alfombras y otros elementos de decoración blandos, tejas y material de aislamiento, en los que exista crecimiento. Las superficies lisas deben lavarse con lejía de hipoclorito sódico o un desinfectante apropiado. No deben utilizarse biocidas que puedan convertirse en aerosoles en los sistemas CVAA.
Durante las medidas de corrección, debe tenerse cuidado siempre de no aerosolizar los microorganismos presentes sobre o en materiales contaminados. En los casos de grandes áreas de crecimiento de mohos (10 metros cuadrados o más) puede ser necesario contener el riesgo potencial, manteniendo una presión negativa en el área de contención durante la corrección y dispo- niendo áreas de bloqueo/descontaminación del aire entre el área de contención y el resto del edificio (Morey 1993a, 1993b; Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York 1993). El polvo presente antes de la eliminación del material contami- nado en contenedores herméticos o generados durante este procedimiento deben recogerse utilizando una aspiradora con un filtro APAE. Durante su trabajo, el personal especialista en corrección debe llevar protección respiratoria APAE facial total y ropa, calzas y guantes protectores desechables (Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York 1993). En los casos de áreas más pequeñas de crecimientos de mohos, puede utilizarse el personal de mantenimiento habitual después de una prepara- ción adecuada. En tales casos, no se considera necesaria la contención, pero el personal debe llevar protección respiratoria completa y guantes. En todos los casos, deberá informarse del peligro a los ocupantes habituales y al personal que va a llevar a cabo la corrección. El personal no debe padecer asma, alergia ni trastornos inmunosupresores (Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York 1993).

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