viernes, 12 de noviembre de 2010

Los sistemas de ventilación y el control de los climas en interiores (III)

Si resulta que el aire exterior o reciclado está contaminado, las medidas de control que se recomiendan son el filtrado y la depuración. El método más eficaz para eliminar las partículas es utilizar precipitadores electrostáticos y filtros mecánicos de retención (la eficacia de éstos últimos será mayor cuanto más precisa sea su calibración conforme al tamaño de las partículas que se desea eliminar).
La utilización de sistemas capaces de eliminar gases y vapores por absorción y adsorción químicas es una técnica raramente utilizada fuera del sector industrial; con todo, es habitual hallar sistemas que enmascaran el problema de la contaminación, especialmente los olores, por ejemplo, utilizando ambientadores. Otras técnicas para depurar y mejorar la calidad del aire utilizan ionizadores y ozonadores. El mejor principio en la utili- zación de estos sistemas para mejorar la calidad del aire, hasta que se conozcan sus verdaderas propiedades y sus posibles efectos perjudiciales para la salud es la prudencia.
Una vez que el aire ha sido tratado y enfriado o calentado, se reparte por los espacios interiores. Que la distribución del aire sea o no aceptable dependerá, en gran medida, de la elección, el número y la colocación de las rejillas difusoras.
Dadas las diferencias de opinión existentes sobre la eficacia de los distintos procedimientos para mezclar el aire, algunos diseña- dores han comenzado a utilizar, en algunas situaciones, sistemas distribuidores de aire que lo reparten a nivel del suelo o desde las paredes, en lugar de las rejillas de difusión colocadas en el techo. En cualquier caso, es preciso planificar cuidadosamente la ubicación de los registros de retorno para evitar cortocircuitar la entrada y salida de aire, lo cual impediría que se mezclase por completo, tal como puede verse en la Figura 45.3.
Según el grado de compartimentación de los espacios de trabajo, la distribución del aire puede presentar diversos problemas. Por ejemplo, es posible que en los espacios abiertos provistos de rejillas de difusión en el techo el aire de la habita- ción no se mezcle por completo. Y el problema se agrava cuando el sistema de ventilación suministra volúmenes variables de aire. Los conductos de distribución de estos sistemas están provistos de terminales que modifican la cantidad de aire suministrado a dichos conductos en función de los datos recibidos de los termostatos de zona.


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