El empresario proporciona a los empleados protectores auditivos (tapones, orejeras y dispositivos semiinsertados) para que los lleven mientras existan niveles de ruido peligrosos en el lugar de trabajo. Como no se han desarrollado controles técnicos del ruido viables para muchos tipos de equipos industriales, los protectores auditivos son actualmente la mejor opción para prevenir la pérdida auditiva inducida por el ruido en estas situaciones. Como ya se ha indicado anteriormente, la mayoría de los trabajadores expuestos al ruido sólo tienen que conseguir una atenuación de 10 dB para quedar adecuadamente protegidos del ruido. Con la amplia selección de protectores auditivos disponibles hoy en día, es muy fácil conseguir una protección adecuada
(Royster 1985; Royster y Royster 1986) si se adaptan los protectores individualmente a cada trabajador para conseguir un sellado acústico con una comodidad aceptable y si se enseña al trabajador cómo llevar el protector correctamente para mantener dicho sellado, pero coherentemente siempre que exista un ruido peligroso.
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