sábado, 26 de julio de 2014

Conclusión Por lo general, la radiación infrarroja de las fuentes más comunes

Por lo general, la radiación infrarroja de las fuentes más comunes, tales como lámparas, o de la mayoría de las aplicaciones indus- triales, no supone ningún riesgo para los trabajadores. No obstante, en algunos lugares de trabajo puede entrañar un riesgo para la salud del trabajador. Además están aumentando rápida- mente la aplicación y utilización de lámparas con fines especiales y en procesos a alta temperatura en la industria, la ciencia y la medicina. Si la exposición a tales aplicaciones es lo bastante elevada, no pueden excluirse ciertos efectos perjudiciales (princi- palmente en los ojos pero también en la piel). Se espera que aumente la importancia de las normas sobre exposición a la radiación óptica internacionalmente reconocidas. Para proteger al trabajador de una exposición excesiva deberían ser obligatorias ciertas medidas como el apantallamiento (pantallas oculares) o la ropa protectora.
Los principales efectos biológicos adversos atribuidos a la radiación infrarroja son las cataratas, conocidas como cataratas de los sopladores de vidrio o de los operarios de hornos. La exposición de larga duración incluso a niveles relativamente bajos produce estrés por calor en el cuerpo humano. En tales condiciones de exposición deben tenerse en cuenta factores

adicionales, como la temperatura corporal y la pérdida de calor por evaporación, así como determinados factores ambientales.
En los países industrializados se han confeccionado algunas guías prácticas para informar e instruir a los trabajadores. Puede verse un compendio completo de las mismas en Sliney y Wolbarsht (1980).

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