Los problemas más frecuentes de estos tipos de sistemas son el exceso de calor o frío si el sistema no se regula para que responda a las variaciones de las cargas térmicas, o una falta de ventilación si el sistema no introduce una cantidad mínima de aire exterior para renovar el aire interior circulante. Con ello se crean ambientes interiores estancados en los que se deteriora la calidad del aire.
Los elementos básicos de todos los sistemas de aire acondicio- nado son (véase también la Figura 45.13):
• Unidades que retienen la materia sólida, habitualmente bolsas filtrantes o precipitadores electrostáticos.
• Unidades de calentamiento o enfriamiento del aire: en ellas se intercambia calor por intercambio térmico con agua fría o líquidos refrigerantes, por ventilación forzada en verano y por calefacción con bobinas eléctricas o por combustión en invierno.
• Unidades para controlar la humedad: en invierno, es posible añadir humedad inyectando directamente vapor de agua o por la evaporación directa del agua; en verano puede eliminarse por medio de bobinas refrigeradas que condensan el exceso de humedad del aire, o por medio de un sistema de agua refrige- rada por el que el aire húmedo fluye a través de una cortina de agua de gotas más frías que el punto de rocío del aire húmedo.
Temas
- CALIDAD DEL AIRE INTERIOR
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- POLITICA EN MATERIA DE MEDIO AMBIENTE
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- PRESION BAROMETRICA REDUCCION
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- VIOLENCIA
martes, 15 de julio de 2014
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